Clima - El
calentamiento global ha ocasionado un aumento en la temperatura promedio de la
superficie de la Tierra. A causa de la
fusión de porciones del hielo polar, el nivel del mar sufrió un alza de 4-8
pulgadas durante el pasado siglo, y se estima que habrá de continuar
aumentando. La magnitud y frecuencia de
las lluvias también ha aumentado debido a un incremento en la evaporación de
los cuerpos de agua superficiales ocasionado por el aumento en temperatura.
Los
científicos estiman que la temperatura promedio de la superficie terrestre
puede llegar a aumentar hasta 4.5ºF en el transcurso de los próximos 50 años
(2001-2050), y hasta10ºF durante este siglo.
Salud - Un aumento
en la temperatura de la superficie de la Tierra traerá como consecuencia un
aumento en las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, las enfermedades
infecciosas causadas por mosquitos y plagas tropicales, y en la postración y
deshidratación debida al calor. Los
sistemas cardiovascular y respiratorio se afectan debido a que, bajo
condiciones de calor, la persona debe ejercer un esfuerzo mayor para realizar
cualquier actividad, poniendo mayor presión sobre dichos sistemas.
Por otra
parte, como las zonas tropicales se extenderán hacia latitudes más altas, los
mosquitos y otras plagas responsables del dengue, la malaria, el cólera y la
fiebre amarilla en los trópicos afectarán a una porción mayor de la población
del mundo, aumentando el número de muertes a causa de estas enfermedades.
Calidad de aguas superficiales - A pesar de que incrementará la magnitud y frecuencia de eventos de
lluvia, el nivel de agua en los lagos y ríos disminuirá debido a la evaporación
adicional causada por el aumento en la temperatura.
Algunos ríos
de flujo permanente podrían secarse durante algunas épocas del año, y ríos
cuyas aguas se utilizan para la generación de energía eléctrica sufrirían una
reducción en productividad. El aumento
en temperatura aumentará la demanda por agua potable, pero reducirá los niveles
de producción de los embalses ya que los niveles de agua bajarán.
Al disminuir
el nivel de agua en lagos, embalses, ríos y quebradas, el efecto potencial de
los contaminantes será mayor, ya que aumentará su concentración relativa al
agua presente en los mismos. Al aumentar
la magnitud y frecuencia de las lluvias, aumentará también la incidencia e
intensidad de inundaciones, así como la sedimentación de cuerpos de agua
producto de la alta escorrentía y la baja humedad del terreno. Los humedales de tierra adentro, ecosistemas
acuáticos poco profundos, también se reducirán de tamaño debido a la evaporación.
Ecosistemas terrestres - Como consecuencia del calentamiento global, la región tropical se
extenderá hacia latitudes más altas, y la región de bosques de pinos se
extenderá hacia regiones que hoy forman parte de la tundra y la taiga.
De perder
los suelos su humedad por efecto de la evaporación, muchas áreas ahora
cubiertas de vegetación podrían quedar secas, ensanchándose la región desértica
del planeta. En las llanuras
continentales, la escasez de agua causada por el aumento en temperatura podría
convertir estas regiones (como la pampa argentina y las grandes llanuras de
Norte América) en terrenos no aptos para la ganadería, principal renglón de la economía
para los habitantes de estas regiones.
Ecosistemas costeros - Los ecosistemas costeros —manglares, arrecifes de coral, sistemas
playeros, estuarios, y otros— se afectarían significativamente, ya que un alza
en el nivel del mar inundaría las áreas de humedales costeros, causaría un
aumento en la erosión costera y salinizaría las aguas en la parte baja de los
ríos y en los acuíferos costeros. Las
edificaciones muy cercanas a la costa podrían verse afectadas por la acción del
oleaje, que podría socavar sus cimientos.
Los arrecifes de coral, cuya función es la de proteger a los manglares y
playas del oleaje y la erosión costera, quedarían a mayor profundidad bajo el
mar.
También se
afectaría la entrada de luz solar hasta el fondo del arrecife, afectando así los
procesos de fotosíntesis de especies esenciales para la vida del coral, así
como su capacidad para detener el oleaje y evitar que impacte la costa.